Las características de la organización también marcaron la forma de relacionarse con los medios de comunicación. Gesto por la Paz era consciente del papel fundamental que juegan a la hora de transmitir y difundir las ideas y actividades de una organización social, con la peculiaridad de estar inmerso en un ámbito que acaparaba un gran espacio y tiempo en los medios. Desde este presupuesto, Gesto rechazó expresamente convertirse en un fiscalizador u opinador permanente de todos los temas que surgían relacionadas con el problema de la violencia. Intentó dedicarse a las cuestiones que consideraba fundamentales huyendo de los debates estériles que, con demasiada frecuencia, se establecían. Al mismo tiempo, intentó que, en todo momento, la organización y sus principios estuviesen por encima de las personas encargadas de transmitir públicamente el mensaje de Gesto por la Paz. Por ello, trató de mantener una variedad en las personas que se relacionaban con los medios, una serie de portavoces múltiples. De hecho, nunca existió la figura de portavoz oficial. Cualquier persona de la Comisión Permanente o en quien ésta delegase podía realizar esta función. Pero también es cierto que los propios medios demandaban en muchas ocasiones la participación de personas concretas. Se optó deliberadamente por unos planteamientos que, a pesar de generar dificultades, fueron configurando un estilo propio de relacionarnos con los medios.
Hay que reconocer que los medios de comunicación tuvieron una labor fundamental en la transmisión del mensaje de Gesto por la Paz. Es justo admitir y expresar el buen trato que, en general, los medios de comunicación y sus profesionales concedieron siempre a esta organización. Esto, también, contribuyó a que Gesto mantuviera un hueco significativo en la opinión pública. A lo largo de todos esos años, era extraño que una simple nota de prensa pasara desapercibida a la opinión pública. Y, cuando se ofrecían ruedas de prensa, lo habitual era contar con una media de 17 medios, entre periódicos, radios, televisiones y agencias. Es verdad que el trato recibido de cada uno de ellos no era exactamente el mismo y variaba según el grado de coincidencia de su línea editorial con el mensaje de Gesto por la Paz.
Por su parte, Gesto por la paz intentó siempre mantener su propio estilo y gestionar adecuadamente el mensaje. En ocasiones, se pudo dar una imagen de excesiva prudencia, pues se renunció a entrar en polémicas y se cuidó mucho el lenguaje y el tono de los mensajes. En cualquier caso, el éxito o el acierto, contó con la colaboración de los medios de comunicación.