Gesto por la Paz propugnó siempre que el rechazo a la violencia se realizara de forma unitaria desde un ámbito pre-partidista y anterior al plano donde se contrastan y se dirimen las diferentes ideologías políticas. Desde esta perspectiva, el problema de la violencia tenía que quedar fuera de las lógicas disputas partidarias.
Esta exigencia de unidad, implicaba que cualquier planteamiento de solución al problema de la violencia debía desvincularse claramente del desarrollo de cualquiera de los proyectos políticos existentes.