El objetivo fundamental de la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria era mostrar el rechazo a “la violencia de motivación política relacionada con Euskal Herria”, según se recoge en sus Líneas de Fondo. También se recogía que “una tarea fundamental de la Coordinadora será defender y promover el derecho a la vida como derecho fundamental de toda persona”. Gesto por la Paz adoptó desde el principio una perspectiva ética de defensa de los derechos humanos, empezando por el derecho a la vida.
Gesto por la Paz trabajó para sensibilizar a la sociedad ante el problema de la violencia con el objetivo de que rechazara su uso como medio para alcanzar supuestos objetivos políticos. “Vemos necesario que la sociedad civil responda y se responsabilice ante el problema de la violencia política que vivimos en Euskal Herria”. Además, desde sus orígenes, se subrayó la responsabilidad y la necesidad de implicación de la propia sociedad vasca y navarra ante la violencia específica que se pretendía ejercer en su nombre. Por ello, se estableció que el ámbito de actuación sería únicamente Euskal Herria.
El objetivo último que se perseguía era, obviamente, la desaparición de la violencia, pero Gesto por la Paz nació como una plataforma social plural e independiente que asumía como labor prioritaria la concienciación y sensibilización de la sociedad respecto a ese problema. Esta labor se llevó a cabo, fundamentalmente, a través de la movilización ciudadana, que fue el medio que Gesto por la Paz ofreció a la ciudadanía para expresar el rechazo a la violencia y que constituyó uno de sus elementos más identificativos.
También desde un principio, se defendieron las instituciones democráticas y se huyó de mantener una posición de equidistancia ante la concepción de un conflicto entre dos bandos. Se afirmaba el “respeto a las instituciones políticas en cuanto representantes de la mayoría de los vascos” y “el respeto a la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo, entendiendo que los diferentes proyectos políticos existentes para el mismo son legítimos y deben ser defendidos con medios democráticos y pacíficos”.