Bilbao, 1 de Febrero de 1992
Llevamos ya demasiado tiempo sufriendo la violencia y sus consecuencias. Sin duda, la más dolorosa de éstas ha sido la pérdida irreparable de casi 900 vidas humanas. A esto hay que sumar un enorme número de heridos, los daños a la convivencia entre los ciudadanos, las pérdidas económicas,... Por otra parte, muchas personas que se han valido de métodos terroristas para sus fines políticos se encuentran encarceladas, con lo que ello supone para sus familias. Pero hoy la mayoría del pueblo vasco se posiciona claramente en favor de la Paz y en contra de la violencia. Y lo manifiesta públicamente en cada convocatoria electoral, así como a través de todo tipo de iniciativas cívicas por la paz, la justicia y los derechos humanos. Entre estas iniciativas, el Gesto por la Paz ha servido para canalizar la protesta de miles de ciudadanos y ciudadanas que desean la paz. Gracias a este respaldo ciudadano, hoy existen grupos de Gesto por la Paz en 90 pueblos y barrios y centros docentes de Euskal Herria.
Hace dos días se conmemoraba en todo el mundo el aniversario de la muerte de Gandhi. Desde hace cinco años, la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria viene significando esta fecha mediante la convocatoria de un acto público que lleve a las calles de Euskal Herria el recuerdo de este hombre, ejemplo de compromiso por la paz y la justicia, y modelo de lucha no-violenta. Su afirmación de que la paz sólo puede ser construida por medios pacíficos sigue siendo, hoy día, una interpretación permanente a nuestras conciencias. Como es también una interpelación a nuestras conciencias el hecho de que durante 1991, y lo que llevamos de 1992, la violencia se haya cobrado 57 vidas humanas, causando además heridas terribles a un importante número de personas.
Sin pretender hacer distinciones entre las víctimas, el año pasado ser tristemente recordado por los niños y niñas a los que el terrorismo ha quitado la vida o ha mutilado gravemente.
A todos ellos les queremos transmitir nuestra solidaridad y apoyo. Que sepan, ellos y sus familias, que la inmensa mayoría de los vascos repudiamos estos hechos, y que los que estamos aquí nos comprometemos a seguir trabajando para que no se vuelvan a repetir. Que nadie crea que el camino que nos queda por recorrer va a ser fácil. Según todas las previsiones, el presente año 1992 puede registrar un importante incremento de las acciones terroristas. Sólo desde la concienciación, el compromiso y la responsabilidad de todos nosotros podremos construir esa paz que anhelamos. Una concienciación y un compromiso de los ciudadanos que va siendo cada vez más palpable y concreto, y que es necesario desarrollar aún más.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a ETA para que deje definitivamente las armas, acatando la voluntad mayoritariamente expresada por los ciudadanos. A aquellas personas que han apoyado el ejercicio de la violencia, les pedimos que profundicen en la reflexión, que sólo puede llevarles al abandono de esa actitud. Solicitamos a los responsables políticos que renueven se compromiso en favor de la construcción de una convivencia pacífica, basada en la voluntad democrática y los derechos humanos. Asimismo, pedimos al conjunto de los ciudadanos y a las organizaciones sociales que no dejen de manifestar su rechazo de la violencia y su apuesta clara por los medios pacíficos y democráticos.
Agradecemos vuestra asistencia y os animamos a continuar trabajando por la paz. Porque YA ES HORA DE VIVIR EN PAZ.