Gesto por la Paz surgió como un cauce de expresión de la ciudadanía para el rechazo a la violencia específica que generada en Euskal Herria. No pretendió ser el único, pero, de hecho, durante muchos años fue la única respuesta que la sociedad vasca y navarra ofrecía a la violencia.
Sin duda alguna, desarrolló un estilo peculiar de movilización. Quizás una de las mayores virtudes es que fue una movilización sistemática. Esto la inmunizó de aquellas respuestas impulsadas exclusivamente por la emotividad que causara la víctima o su entorno y le aseguró un largo recorrido en el tiempo Anexos:Aqui y ahora Casco Viejo_ETB Aqui y ahora
. De esta manera, se crearon corredores de fondo, corredores perfectamente conscientes del motivo de su carrera, de sus riesgos... y de que sólo con la constancia se podría llegar a un final.
El estilo de movilización que siempre impulsó Gesto por la Paz en todas sus manifestaciones y actividades fue netamente pacífico y aglutinador. La defensa de la pluralidad de la sociedad era un planteamiento profundamente interiorizado en Gesto por la Paz; por ello, no se concebían actos que no fueran aglutinadores, ni se expresaban planteamientos que no pudieran ser compartidos por una inmensa mayoría social. Esta fue la razón para que se utilizara el silencio en sus manifestaciones públicas.
Este deseo de unidad dentro de la pluralidad, llevó a que Gesto por la Paz estableciera un criterio para decidir el apoyo a manifestaciones convocadas por terceros Anexos:19991202 RP manifestacion 20000113 NP manifestacion
: se secundarían aquellas que desligaran nítidamente la consecución de la paz de cualquier reivindicación partidista o ideológica y que tuviera una clara voluntad de que fuera unitaria. Por desgracia, hubo momentos en los que ante situaciones realmente dramáticas no se respondió como Gesto hubiera deseado. Algunas de ellas fueron la manifestación por el asesinato de Fernando Buesa y Jorge Díez Anexos:20000226 El Correo Manifestación Buesa Vitoria
o la convocatoria de manifestación del Lehendakari Ibarretxe ante la ruptura de la tregua de ETA a finales de 2006 Anexos:20070107 El Correo Art. Necesitamos otro lema
1.
El modelo de los 15 minutos de silencio de los gestos se extendió por multitud de sitios, especialmente a raíz del secuestro de José Antonio Ortega Lara y, luego, ha seguido siendo utilizado no sólo para reivindicar cuestiones relacionadas con la violencia de Euskadi, sino con otras causas muy diferentes.
A finales de los 90 surgieron una serie de iniciativas que pretendieron “superar el silencio” y todo lo que ello suponía. Durante unos años, ambas formas de movilización coexistieron, por desgracia, no siempre de manera amable. Gesto por la Paz manifestó en repetidas ocasiones su preocupación por la deriva que estaba tomando la movilización social contra la violencia y tuvo que reivindicar su estilo integrador Anexos:20000304 prensa movilizacion
. Hacia finales de la década de 2010 desaparecieron ese otro tipo de convocatorias. En ocasiones, se dijo de Gesto que “fueron los primeros”, como si no hubiera otro mérito para mencionar. Ya cerrada la organización, se puede confirmar que también fuimos los últimos.
1.Tras el atentado de Barajas, Gesto por la Paz se planteó la necesidad de que se realizara una gran movilización unitaria contra ETA. Consideró que la mejor opción sería que la convocara el Parlamento Vasco, lugar donde reside la voluntad democrática de todos los vascos. Tras consultar a los partidos políticos, Gesto por la Paz vio que era muy difícil que se convocara de la manera unitaria por lo que decidió convocarla ella misma. Lo notificó a una serie de personas y, minutos más tarde, el Lehendakari Ibarretxe hizo pública su intención de convocar una manifestación. El lema elegido, ‘Por la paz y el diálogo’, era tan ambiguo que hasta la propia HB apoyó la manifestación; sin embargo, la presión de otros partidos y de los de movimientos sociales, entre los que se encontraba Gesto por la Paz, obligó a completar el lema con ‘Exigimos a ETA el final de la violencia’.